Séneca, también conocido como Séneca el Joven para diferenciarlo de su padre, es una de las figuras más importantes del pensamiento estoico y de la filosofía antigua en general. Sus libros son cada vez más leídos por todo tipo de personas, a la luz del resurgir del estoicismo en los últimos tiempos. De entre todas sus obras, destacamos Sobre la felicidad, un diálogo escrito para su hermano en la que examina qué significa la vida feliz para un estoico.
En este blog hablo mucho sobre estoicismo y, en concreto, de Séneca, por eso he pensado que escribir esta entrada sobre el filósofo romano sería útil, tanto para mí como para los lectores, pues recopila de manera clara y concisa mucha información, tanto de la biografía, obras y principales características de su pensamiento.
Quién fue Lucio Anneo Séneca: una biografía breve
Filósofo, orador y político romano. Aquí podrás encontrar los hechos más relevantes de su biografía:
- Nacido en Córdoba en el 4 a.C. en el seno de una buena familia de Hispania, provincia entonces en auge dentro del Imperio romano.
- Disponemos de pocos datos sobre su vida previa al 41 a.C., pero parece ser que pasó sus primeros años en Roma, y que también se formó en Alejandría o Atenas.
- En el 31 vuelve a Roma, donde comienza a forjar su importancia dentro de la política romana.
- Tras la muerte de Calígula, Séneca fue desterrado a Córcega por el emperador Claudio en el 41 d.C
- En el 54 vuelve a Roma, tras la muerte de Claudio, como preceptor del joven Nerón, cargo que mantiene hasta el 62, año en que se retira de la vida pública a petición del Emperador, y también debido al peligro de pertenecer a la corte de un Nerón cada vez más imprevisible.
- Durante el periodo entre el 54 y el 62, Séneca, junto a Burro, gobernó de facto el Imperio.
- En el 65 fue acusado de conspirar contra Nerón y éste le ordenó suicidarse, orden que obedeció.
Siempre me hacen pensar este tipo de decisiones de los antiguos, como la muerte de Sócrates o el suicidio de Séneca. La templanza de ánimo, la perspectiva y la sabiduría necesarias para realizar este tipo de actos con dignidad me asombran.
Obras
Podemos clasificar los libros de Séneca en cuatro categorías principales: los diálogos, las tragedias, los escritos consolatorios y otro tipo de escritos de carácter más diverso.
Diálogos
Conjunto de once escritos de carácter moral, generalmente breves, que pese a pertenecer al género del diálogo no tienen forma dialogada. Incluyen: De la ira (41 d. C.), De la serenidad del alma (53 d. C.), De la brevedad de la vida (55 d. C.), De la firmeza del sabio (55 d. C.), De la clemencia (56 d. C.), De la vida bienaventurada o De la felicidad (58 d. C.) (también traducido como Sobre la felicidad), De los beneficios (59 d. C.), De la vida retirada o Del ocio (entre el 41-50 d. C.), De la providencia (63 d. C.)
De entre todos los diálogos destacamos Sobre la felicidad.
Sobre la felicidad (De vita beata)
Obra dedicada a su hermano Galión. Así comienza:
Todos los hombres, hermano Galión, quieren vivir felices, pero al ir a descubrir lo que hace feliz la vida, van a tientas, y no es fácil conseguir la felicidad en la vida, ya que se aleja uno tanto más de ella cuanto más afanosamente se la busque, si ha errado el camino, si éste lleva en sentido contrario, la misma velocidad aumenta la distancia.
Es necesario que en este punto entendamos una diferenciación importante. La felicidad aquí no tiene nuestro sentido moderno, sino que se identifica con el concepto griego de eudaimonia, significa “vida digna de ser vivida”. En el caso de los estoicos, la vida digna de ser vivida es aquella orientada a hacer el bien.
Tragedias
Las tragedias escritas por Séneca son los únicos ejemplos del género que han sobrevivido de la época latina. Parece que inspiraron a Shakespeare en la escritura de sus obras teatrales.
Se conservan un total de once tragedias: Hércules furioso, Las troyanas, Medea, Hipólito, Fedra, Edipo, Agamenón, Tiestes, Hércules en el Eta, Las fenicias y Octavia.
- Las tragedias de Séneca, tanto en la forma como en las temáticas y personajes, beben directamente del mundo griego.
- El trasfondo de todas ellas, asimismo, está configurado por la visión estoica del mundo que tiene el autor.
- No obstante, Séneca aporta una visión propia e incluye de manera original elementos nuevos al tratamientos clásico de los griegos.
Consolaciones
Los escritos consolatorios tienen por objetivo ayudar a soportar un mal. En esta categoría encontramos: Consolación a Marcia (40 d. C.), Consolación a Helvia (42 d. C.), Consolación a Polibio (43 d. C.)
Con la excusa de la consolación, Séneca analiza grandes temas estoicos, como la muerte o la imperturbabilidad ante las desdichas o ventajas que traiga la Fortuna.
Otros libros de Séneca
Finalmente, tenemos otras obras más diversas, como las Cuestiones Naturales, obra menor en la que se trata la mineralogía, meteorología y la oceanografía.
Asimismo, encontramos las Cartas a Lucilio, obra clave para entender el pensamiento filosófico de Séneca.
Cartas a Lucilio
Conjunto de 124 cartas escritas en los tres últimos años del filósofo.
En muchas de las cartas podemos advertir la vida retirada que llevaba Séneca, así como la manera en la que sobrellevaba sus dolores y enfermedades, por ejemplo los ataques de asma. Encontramos también los clásicos consejos de vida siempre orientados a aumentar la templanza y la firmeza ante la fuerza del destino.
Pensamiento filosófico
Encontramos un buen resumen de la filosofía de Séneca en el libro XX de Sobre la felicidad, que leemos a continuación.
Libro XX de Sobre la felicidad
El texto original es un solo párrafo, pero para aumentar la claridad y facilidad de lectura del texto en pantalla, he separado el texto en párrafos y añadido divisiones numeradas.
El valor del esfuerzo filosófico
¿No cumplen los filósofos lo que dicen? No, pero ya hacen mucho con decirlo, con concebir en su pensamiento la virtud. Pues si sus hechos fuesen iguales que sus palabras, ¿quién sería más feliz que ellos?Por lo pronto, no hay que despreciar las buenas palabras y los corazones de buenos pensamientos. El cultivo de los estudios saludables, aún aparte de su resultado, es loable. ¿Es extraño que no lleguen a la cima los que escalan pendientes escarpadas? Si eres hombre, admira, aún cuando caigan, a los que se esfuerzan por alcanzar cosas grandes. Es el acto de un espíritu generoso equilibrar sus esfuerzos no según su propia fuerza, sino según la de la naturaleza humana, albergar nobles objetivos y concebir planes demasiado vastos incluso para aquellos dotados con grandes intelectos, que se proponen seguir las siguientes normas:
- “Yo contemplaré la muerte y la comedia con la misma serenidad;
- yo me someteré a los trabajos, por grandes que sean, sosteniendo el cuerpo con la mente;
- yo despreciaré las riquezas cuando las tenga tanto como cuando no; y no estaré más triste si están en otro lugar, ni más alegre porque brillen a mi alrededor.
- Yo no seré sensible a la fortuna, ni cuando llegue ni cuando se aleje;
- yo miraré todas las tierras como si fueran mías, y las mías como si fueran de todos; yo viviré como quien sabe que ha nacido para los demás, y daré gracias por ello a la Naturaleza de las cosas, pues, ¿cómo podría Ella haberme dado mayor bien?, me ha dado a mí solo para todos, y a todos para mí solo. Cuanto tenga algo, ni lo guardaré con avaricia ni lo derrocharé pródigamente; nada más auténtico creeré poseer que lo que haya dado a aquellos que lo necesiten; no mediré los beneficios por su número ni por su peso, ni por otra estimación que no sea la de quien los reciba. Nunca será para mí mucho lo que reciba un hombre digno.
- No haré nada para obtener el favor de la opinión pública, y todo por la conciencia: siempre que actúe en soledad, creeré que los ojos del pueblo Romano pesan sobre mí.
- Al comer y al beber, mi fin será satisfacer los deseos naturales, no llenar y vaciar el vientre. Seré afable con mis amigos, gentil y amable con mis oponentes: cederé antes de que me rueguen y me adelantaré a las peticiones honestas.
- Sabré que mi patria es el mundo y que los dioses lo presiden, y que éstos están por encima de mí y a mí alrededor, como censores de cuanto hago o digo. Y cuando la Naturaleza reclame mi espíritu o mi razón lo despida, me iré con el testimonio de haber amado la conciencia recta y las buenas inclinaciones, sin haber mermado la libertad de nadie, y menos la mía”.
Quien en su vida siga estas normas se acercará a los dioses; y aún cuando no lo consiga, sin embargo:
“Que si no lo dominó sucumbió a unas grandes osadías” *
Pero vosotros, que odiáis tanto la virtud como a quienes la practican, no hacéis nada de lo que debamos sorprendernos, pues las luces enfermizas no pueden soportar el sol, las criaturas nocturnas evitan la claridad del día, y en cuanto amanece se desconciertan y se dirigen en tropel a sus guaridas. Las criaturas que temen la luz se esconden en las grietas. Así que graznad y ejercitad vuestras miserables lenguas criticando a los buenos hombres. Abrid vuestras amplias fauces, morded con fuerza. Romperéis muchos dientes antes de conseguir ningún efecto.
*La cita es de la Metamorfosis de Ovidio, II, 327.
Más allá de la belleza de la primera parte del texto, donde se nos anima a continuar intentando ser mejores pase lo que pase, podemos extraer del resto del texto todo lo necesario para comprender el mensaje general de su filosofía.
Resumen de su filosofía estoica
La filosofía de Séneca busca llevar una vida digna de ser vivida, es decir, orientada al bien. Para ello es necesario tener serenidad y firmeza. Como podemos advertir en el fragmento anterior, hemos de tratar de aprender:
- A que la muerte y las desdichas o beneficios que nos traiga la vida no nos perturben.
- A ser conscientes de que no podemos hacer nada contra aquello que no depende de nosotros, sino de la Fortuna, la Naturaleza o los Dioses (la Naturaleza y los Dioses son prácticamente equivalentes en Séneca)
- Y a actuar siempre conforme a nuestra conciencia y no según criterios ajenos.
En fin, la filosofía de Séneca podría resumirse en dos puntos clave:
- Orientar nuestros esfuerzos a aprender a permanecer en un estado de perfecta tranquilidad.
- Para conseguir esto, el punto más importante es la coherencia con uno mismo.
Por ello tal vez Séneca ha fascinado a tantas personas a lo largo de la historia, su mezcla de firmeza y disfrute de los goces de la vida es una forma de vida que resulta, como mínimo, atrayente.
Sobre la coherencia entre discurso y práctica
A menudo Séneca ha sido acusado de no ser consecuente con sus enseñanzas en su vida privada. Es cierto que provenía de una familia acomodada, y que las riquezas de las que dispuso le permitieron llevar el mejor nivel de vida posible en la época.
Él se defendía de tales críticas aduciendo que no se trataba de tener o no tener esas riquezas, sino que éstas no provocaran una falta de tranquilidad de ánimo, tanto si se tienen como si no. Es decir, lo importante es mantener la calma bajo cualquier circunstancia externa. Por ello, quienes acusaban así a Séneca demuestran una interpretación muy superficial de su filosofía.
En cualquier caso, fueran o no estas acusaciones acertadas, lo cierto es que este camino de vida no es sencillo y lo propiamente humano es fallar constantemente, y para ello recurrimos de nuevo al principio del libro XX de Sobre la felicidad: “¿No cumplen los filósofos lo que dicen? No, pero ya hacen mucho con decirlo, con concebir en su pensamiento la virtud.”
Frases de Séneca
A continuación compartimos una serie de fragmentos de las Cartas a Lucilio:
Sobre las riquezas
Mas no es pobreza aquella que es alegre; no es pobre el que tiene poco, sino el que ambiciona más. Pues, ¿qué importa cuánto caudal encierre en su arca, cuánto en sus graneros, cuánto ganado apaciente o cuántos préstamos haga, si codicia lo ajeno, si calcula no lo adquirido, sino lo que le queda por adquirir? ¿Preguntas cuál es el límite conveniente a las riquezas? Primero tener lo necesario, luego lo suficiente.
La toga que no deslumbre de blancura, pero que tampoco esté sucia; no poseamos vajilla de plata en la que se haya incrustado el cincelado de oro macizo, pero no pensemos que es indicio de frugalidad vernos privados de oro y plata.
El que entre en nuestra casa que admire más nuestra persona que nuestro ajuar. Es noble aquel que usa la vajilla de barro del mismo modo que la de plata, y no lo es menos el que emplea la de plata al igual que la de barro; propio de un espíritu pusilánime es no poder soportar las riquezas.
Seremos ricos con más tranquilidad si sabemos que no es tan grave ser pobres.
Sobre la vida feliz
Vive tú de tal manera que no te confíes a ti nada que no puedas confiar incluso a tu enemigo.
“Todos mis bienes están conmigo”: justicia, valor, prudencia, la misma disposición a no considerar como un bien nada que se nos pueda arrebatar.
¿Cuál es, pues, la causa de que uno tropiece, siendo así que todos aspiran a la vida feliz? Es que toman los medios para conseguirla por ella misma y, mientras la buscan, se les escapa. En efecto, en tanto que la vida feliz, en su esencia, supone una plena seguridad y una inquebrantable confianza en sí misma, ellos acumulan motivos de inquietud, y por el insidioso camino de la vida no solo llevan su carga, sino que la arrastran. Así se alejan cada vez más de la consecución de su objetivo; cuanto mayor esfuerzo han desplegado, tanto mayores dificultades se crean, y van retrocediendo. Tal sucede a los que corren de prisa en un laberinto: su misma velocidad les desconcierta.
Cada cual es tan desgraciado como imagina serlo.
No hemos comprendido cuán inútiles eran muchas cosas, sino cuando han comenzado a faltarnos; en verdad nos servíamos de ellas, no porque nos eran necesarias, sino porque las teníamos. Y ¡cuántas cosas nos procuramos ahora porque otros se las han procurado, porque la mayoría las posee! Entre las causas de nuestros males se cuenta el que vivimos siguiendo el ejemplo de los demás y no nos gobernamos por la razón, antes bien somos arrastrados por la costumbre. Lo que no querríamos imitar si lo hicieran pocos, cuando empiezan a hacerlo más lo secundamos como si fuera más honesto porque es más frecuente; y el error ocupa para nosotros el puesto de la verdad cuando se ha generalizado.
Sobre la filosofía
La sabiduría es accesible a todos; todos, en este aspecto, somos nobles. La filosofía a nadie rechaza, ni elige; brilla para todos.
Sócrates no fue un patricio, Cleantes fue aguador y se puso a jornal para regar un huerto; a Platón no lo acogió la filosofía siendo noble, sino que lo hizo tal. ¿Qué motivo hay para que desesperes de poder igualarte a éstos? Todos ellos son tus antepasados a condición de que te hagas digno de ellos, y lo conseguirás si muy pronto te persuades a ti mismo de que nadie te supera en nobleza.
Todos nosotros tenemos un número equivalente de ascendientes: el origen de todos se sitúa más allá del tiempo. Platón afirma que no existe rey alguno que no descienda de esclavos, ni esclavo alguno que no descienda de reyes. Una prolongada serie de cambios produjo toda esta promiscuidad y fortuna revolvió lo de arriba con lo de abajo.
¿Quién es verdaderamente noble? Aquel a quien la naturaleza dispuso debidamente para la virtud.