Después de la lista de los 100 mejores libros que he leído, tenía que continuar con la recomendación de las 100 mejores películas que he visto. Encontrarás de todo: buenas pelis para pensar, de risa, dramas, de acción, de amor, de miedo, cine de autor, clásicos de culto… El nexo en común es que todas ellas son grandes películas.
Este ranking sigue un orden cronológico y por tanto no indica preferencia. Eso significa que la primera, Viaje a la luna, no es para mí necesariamente la mejor película de la historia, ni que la última, Mad Max (la de 2015) sea la peor de la lista. Lo de la discusión de cuál es la mejor película de la historia… mejor lo dejamos para los comentarios, porque no creo que tenga respuesta, la verdad.
La idea de esta lista, más bien, es tratar de dar una visión lo más global posible de toda la historia del cine, de manera que, en un vistazo, sea posible apreciar su evolución y variedad. Por eso aparece Méliès y Kubrick, Tarkovski y Aparna Sen; por eso encontraréis cine turco, norteamericano, español, sueco, argentino, ruso, iraní… Así, tal vez, la próxima vez que piensas que peli ver, puede que te decantes por alguna de las que salen en este ranking y te lleves una buena (o muy buena) sorpresa.
¡Empezamos!
Siglo XX
En 1895 los hermanos Lumière inventaron el cinematógrafo. El resto es historia (del cine).
Los años 10: los orígenes del cine
Los pioneros empiezan a hacer las primeras películas para un público creciente. Entre ellos destaca el gran Georges Méliès.
1. Viaje a la luna (1902) – Georges Méliès
Esta pieza tenía que abrir la lista. Aunque solo fuera por dejarnos la icónica imagen de la cara de la luna con el cohete en el ojo…
Sus trucos visuales pueden parecer hoy en día muy simples, pero constituyen el primer paso que llevará después a los efectos especiales del cine actual. Además, le otorgan al film un encanto especial.
Viaje a la luna es el máximo representante de una época de ingenuidad, ilusión y espíritu aventurero. Se acababa de inventar una nueva forma de expresión, y las posibilidades parecían infinitas.
Los años 20: el cine mudo
Las grandes obras del cine mudo. La imagen y la expresividad lo son todo, pues hay que transmitir sin la voz de los actores… El poder visual que pueden alcanzar es impresionante.
2. El último (1924) – F.W. Murnau
No hay que tenerle miedo al cine mudo. Ante todo, fuera prejuicios.
Hay otras películas del genio alemán que son más conocidas, como Amanecer, pero la que a mí me llegó más es esta El último, una de las películas indispensable de Murnau.
Es la primera película que aprovecha el movimiento de la cámara. Una excelente demostración del expresionismo alemán en el cine.
Narra la caída en desgracia de un portero de un lujoso hotel.
3. La quimera del oro (1925) – Charles Chaplin
Una de las primera películas que vi en la Filmoteca de Barcelona. A partir de entonces es imposible no querer a Charles Chaplin: El chico, Luces de la ciudad, Tiempos modernos…
Pero a La quimera del oro le tengo un cariño especial, por ser la primera, la puerta de acceso al mundo de Charlot, tan ingenuo, alegre y serio a la vez. Una de las películas de cine mudo con las que más me he reído. Contiene gags míticos que posteriormente fueron copiados una y otra vez.
Si le tienes miedo al cine mudo, o simplemente cualquier peli en blanco y negro o anterior a 1970 te da pereza, esta es una buena manera de empezar. Si esta película no te hace sonreír, no tienes alma.
4. Metrópolis (1927) – Fritz Lang

Rudolf Klein-Rogge, en el papel de Rotwang, lo borda de científico loco
Metrópolis es una de las películas más famosas de Fritz Lang. El guión me parece un poco chungo. La historia es sentimentaloide y en general un punto excesiva para mí.
Pero las imágenes son jodidamente asombrosas. Aún sorprenden vistas en 2016, imagínate poder verlo en el estreno, en 1927, cuando una persona normal no estaba asediada 24 horas al día por miles y miles de imágenes. Yo creo que saldría con la mandíbula en el suelo.
Por algo es la máxima expresión del expresionismo alemán (hay muchas equis en esta frase, ¿no?)
5. Arsenal (1929) – Aleksandr Dovzhenko
“Historia de un soldado ucraniano que regresa a casa tras la Primera Guerra Mundial (1914-1918), conflicto que ha dejado devastada su región.”
Cine mudo de producción soviética. Más allá del mensaje político que contiene, la belleza de las imágenes la convierte en una obra de arte que trasciende toda ideología.
Comparte con El último y Metrópolis la velocidad, la expresividad, los encuadres imposibles…
6. Finis terrae (1929) – Jean Epstein
Jean Epstein representa para mí la pura esencia del cine, al menos en esta Finis Terrae (en otros casos como La caída de la Casa Usher, que está llena de experimentación, la esencia se pierde un poco).
En sus películas no sobra nada, a veces parece que ves directamente la realidad. Una maravilla muda.
Los años 30: el cine sonoro
En 1927, durante la década anterior, ya se había rodado la primera película que incorporaba audio: El cantante de jazz. Lo que marca el inicio de un progresivo abandono del cine mudo en favor del cine sonoro. Un cambio de era que dejó grandes estrellas que no supieron adaptarse al nuevo entorno.
7. Sal para Svanetia (1930) – Mijaíl Kalatozov
Documental mudo sobre las duras condiciones de vida de los habitantes de la región de Svanetia, en las montañas del Cáucaso.
Más cine soviético. Hay una textura desbastada en la forma de mirar de estas primeras películas que las hace especiales.
8. Mujeres enamoradas (1931) – William A. Wellman
El Hollywood de los años 30, previo a la censura, constituye una época única en el cine americano. Se produjeron películas con una libertad creativa inusual y que tal vez acabó por perderse en décadas posteriores, y en las que tomaban parte mujeres decididas y libres. Las actrices más representativas de estos años son Barbara Stanwyck, Loretta Young, Norma Shearer…
William A. Wellmann fue uno de los directores más activos de esta época, con películas de corto metraje, llenas de energía y velocidad. Entre todas ellas, destaco Mujeres enamoradas, una fascinante historia.
9. Boudou salvado de las aguas (1932) – Jean Renoir
Una historia de anarquismo existencial protagonizada por el bonachón vagabundo Boudou, al que al principio de la película salvan de “las aguas” del Sena.
Seguramente esta no sea la mejor película de Jean Renoir, pero para mí tiene algo especial. La regla del juego, La bestia huamana, El río… son más conocidas; pero la frescura de Boudou la hace diferente.
10. Furia (1936) – Fritz Lang
Esta película trata de la furia de la muchedumbre, del poder incontenible de los grandes grupos, de cómo se contagian las opiniones, de cómo muchas veces juzgamos no utilizando la pura lógica, sino el puro instinto animal.
Fritz Lang detrás de la cámara (es su primera película en Hollywood), Spencer Tracy delante de ella. No se puede pedir más, sólo queda sentarse, mirar y disfrutar.
11. Humanidad y globos de papel (1937) – Sadao Yamanaka
Una joya casi completamente desconocida del cine japonés.
“Un samurái sale adelante haciendo globos de papel pero un buen día su vida da un giro cuando es perseguido debido a un altercado en el que se involucra por casualidad.”
12. La diligencia (1939) – John Ford
El western por excelencia. ¡Una de indios y vaqueros! Siéntate y disfruta, qué genio John Ford, qué buena es en todo, de principio a fin. ¡Tienes que verla!
13. Caballero sin espada (1939) – Frank Capra
Capra era un cabronazo porque sabía manipularte de tal manera que terminabas llorando cuando él quería. Es todo un arte ese de saber hacer llorar, pero hacer llorar bien, no con cualquier cosa evidente y lacrimógena. Capra sabía caminar esa línea difusa y caer a menudo del lado bueno.
Aquí nos trae otra historia de buenos sentimientos, fe en el ser humano y lucha por unos ideales. En estos tiempos de cinismo no está de más volver a verla de vez en cuando.
14. Lo que el viento se llevó (1939) – Victor Fleming
A Dios pongo por testigo de que me gusta mucho esta película. Todo el melodrama de la historia de cómo la bella Scarlett O’Hara se convierte en una mujer como Dios manda, a través de innumerables padecimientos.
Los años 40: el cine negro
La segunda década del cine sonoro. La década de Ciudadano Kane (1941). Comienza el auge del film noir.
En el 35 se había realizado la primera película en color (Becky Sharp), aún así, el cine en blanco y negro aún tenía mucho que decir.
15. Las uvas de la ira (1940) – John Ford
Yo qué sé, qué os voy a decir de esta película. Que la tenéis que ver, pelos de punta, novela de Steinbeck, oficio de Ford: historia perfecta.
16. Perdición (1944) – Billy Wilder
Una de las mejores películas de cine negro de la historia. Indiscutiblemente.
- Perdición es el cine negro.
- Barbara Stanwyck es el cine negro (y más, una de las grandes actrices del Hollywood dorado y libérrimo de los años 30).
- Y Edward G. Robinson otro actor como la copa de un pino.
Y ya está, así como si nada, como si fuera fácil, ya tienes una obra maestra.
17. Perversidad (1945) – Fritz Lang
En este caso la pareja de cracks la conforman Fritz Lang y Edward G. Robinson: “Christopher Cross es un simple cajero infelizmente casado, pero tiene un raro talento para la pintura. En cierta ocasión, conoce a una aventurera de la que se enamora y le hace creer que es un pintor de éxito. La chica y su novio, un individuo sin escrúpulos, aprovechan la ocasión para explotar al pobre hombre, que llegará incluso a cometer un desfalco en su empresa para que ella siga creyendo que es un artista de éxito.”
Y Joan Bennett de mujer fatal.
18. Fuerza bruta (1947) – Jules Dassin
Burt Lancaster era una fuerza de la naturaleza, y en esta película se nota. Si te gustan los dramas carcelarios (como a mí), Fuerza bruta no te decepcionará lo más mínimo. Dos horas de tu tiempo muy bien invertidas.
19. En aquellos días (1947) – Helmut Käutner
Otra joya desconocida descubierta gracias a Jesús Cortés.
Un coche cuenta su historia (sí, has leído bien, un coche que “habla”) a lo largo de los años del Tercer Reich. Ésta seguramente sea mi película preferida, la que más me gusta, la mejor para mí. Y aunque el coche hable, todo funciona, todo encaja y además te emociona.
Merece la pena buscarla.
20. El fantasma y la señora Muir (1947) – Joseph L. Mankiewicz
Aquí me enamoré de Gene Tierney.

Lo que tú digas, Gene
21. El tesoro de sierra madre (1948) – John Huston
Tratado sobre la codicia que se pasa en un tris. Humphrey Bogart y John Huston.
Magia.
22. Ladrón de bicicletas (1948) – Vittorio De Sica
Máxima expresión del neorrealismo italiano y todo lo que tú quieras.
Una película grande como las hay pocas, según mi opinión.
Ese hombre roto y humillado en busca de su bicicleta por las calles de Roma, junto a su hijo. Buf. Muy duro.
23. Al rojo vivo (1949) – Raoul Walsh
James Cagney es el otro gran actor de Hollywood, para mí, junto con Edward G. Robinson. Nunca olvidaré la impactante escena final…
Fuerza, energía, violencia. Peliculón, tú.
24. El tercer hombre (1949) – Carol Reed
Contiene las mejores líneas de la historia del cine:
Recuerda lo que dijo no sé quién: en Italia, en treinta años de dominación de los Borgia, hubo guerras, matanzas, asesinatos… Pero también Miguel Ángel, Leonardo y el Renacimiento. En Suiza, por el contrario, tuvieron quinientos años de amor, democracia y paz. ¿Y cuál fue el resultado? ¡El reloj de cuco!
—Harry Lime
Los años 50: el Hollywood dorado
Los años de la caza de brujas, en las que el Macarthismo trató de “limpiar de comunistas” el Hollywood de la época. Entre los perseguidos, por ejemplo, Charles Chaplin. Entre los delatores, Elia Kazan.
El cine de género (cine negro, western, ciencia ficción) sigue dando grandes alegrías.
25. El invisible Harvey (1950) – Henry Koster
James Stewart tenía un talento especial para los personajes llenos de candor. Aquí lo borda, lo borda, de verdad.
Elwood P. Dowd (James Stewart) es un hombre afable, cariñoso y siempre dispuesto a ayudar a los demás. Su único problema es que va a todas partes acompañado por un imaginario conejo gigante al que llama Harvey. La familia de Elwood no sabe qué hacer y opta por llevarlo a un psiquiátrico.
26. El jeque blanco (1952) – Federico Fellini
Otra de las primeras películas que vi en la filmoteca. Tampoco es de las más famosas de Fellini, pero es una comedia que funciona muy bien. Risa asegurada.
27. El rastro de la pantera (1954) – William A. Wellman

Robert Mitchum era el más chulo del lugar
El iracundo William A. Wellmann sigue dando el callo, en este caso con un peculiar western frío.
28. Al este del edén (1955) – Elia Kazan
Otra adaptación magistral de una novela del Nobel John Steinbeck. James Dean lo borda como Cal Trask. ¡No te la pierdas!
29. Calabuch (1956) – Luis Berlanga
Calabuch es un señor muy majo, un científico que es todo ternura y candor. Y Berlanga seguramente sea el mejor director que ha dado España…
Calabuch no es tan famosa como ¡Bienvenido, Míster Marshall! o El verdugo, pero es genial y te da para creer un poco más en el ser humano.
30. Cuando pasan las cigüeñas (1957) – Mijaíl Kalatozov
Típica producción del cine soviético. Una fotografía espectacular, cuidadísima, que te traslada la opresión y angustia de los protagonistas. El horror de la guerra, la separación de la pareja, los padecimientos…
Si en Sal para Svenatia el talento visual de Kalatozov estaba al servicio de la realidad, para mostrar la forma de vida de aquel pueblo dejado de la mano de Dios, aquí está puesto al servicio de la historia, de las emociones.
Una locura que no esté en más selecciones de grandes películas y que no se hable más, mucho más, de ella.
31. Senderos de gloria (1957) – Stanley Kubrick
La última escena es de lo mejor que han visto mis ojos. También la escena del fusilamiento. En general, una de las mejores películas bélicas que se han hecho o, mejor dicho, de las que más he disfrutado y de las que más he aprendido yo.
La cuarta película de Kubrick (si contamos Fear and desire), con un Kirk Douglas enorme, enorme, enorme.
32. La condición humana (1959-1961) – Masaki Kobayashi
La condición humana es una trilogía y, aunque la mejor es la tercera, quiero meter las tres porque cuentan una historia común y no se pueden entender completamente si se aíslan.
El talento de Kobayashi es indiscutible y, aunque no son comparables, creo que merece estar a la misma altura que otros grandes del cine japonés, como Ozu, Mizoguchi o Kurosawa.
La condición humana primero te arranca la piel y luego de quita el corazón y te lo aprieta hasta que no queda nada dentro.
Tatsuya Nakadai se gana el sueldo y un lugar en el Olimpo junto a Toshiro Mifune. El puto amo.
33. Pickpocket (1959) – Robert Bresson
Lo cierto es que no sé si Bresson se basó en Crimen y castigo para hacer esta película. A mí me pareció la misma historia, pero contada desde presupuestos totalmente diferentes: sencillez y economía de medios. La novela es mucho más abigarrada, angustiosa, terrible.
El efecto que consigue es muy bueno, una emoción mucho más contenida, más francesa (si esto significa algo…)
Los años 60: cine de autor
El cine de autor en Europa. La época dorada de Hollywood va tocando a su fin, y nuevos directores y actores pujan fuerte por hacer valer sus ideas.
34. Rocco y sus hermanos (1960) – Luchino Visconti
Rocco, como Hölderlin, es también un intenso, y se lo toma todo muy a pecho, el chaval. Sufre mucho, y es muy bueno él. Y Visconti cuenta un dramón así con mayúsculas, con actorazos, y tú, como espectador, entras al ring de la película sin saber qué va a pasar y te llevas una buena hostia que te deja KO, sangrando por la boca sobre la lona sin saber qué coño ha pasado ni dónde estás.
35. El apartamento (1960) – Billy Wilder
Esto es buen rollo. Adorabilidad máxima de todo y de todos. Una de las grandes comedias de Wilder, una de las grandes películas de Wilder. Y eso es mucho decir. Uno sale distinto de El apartamento.
Y si no lo entiendes, no tienes alma (sí, como con La quimera del oro).
36. La evasión (1960) – Jacques Becker
La película carcelaria por excelencia, con el permiso de Fuerza bruta. Sin un solo efectismo, todo naturalidad, tan natural que parece real. Es lo que es, gente que está en la cárcel y que brega para escaparse. Fantástica.
37. Seppuku (1962) – Masaki Kobayashi
Kobayashi es el puto amo de las pelis de samuráis. Y entre las pelis de samuráis, Seppuku es la que más me gusta. Otra vez el tándem Kobayashi-Nakadai. Escribir sobre ella me da ganas de volver a verla entera.
Como en todas las buenas películas de samuráis (y ahora me acuerdo también de Trono de sangre, de Kurosawa), hay algo de tragedia griega, algo de Shakespeare en ellas. Y Seppuku no iba a ser menos.
38. El eclipse (1962) – Michelangelo Antonioni
Sí, cine aburrido de autor. El eclipse, como todas las películas de Antonioni, es un puto coñazo.
Lo cual es irrelevante y no evita que El eclipse siga siendo una maravilla. Hay veces que el cine no debe ni quiere entretener. Hay veces en las que es necesario, útil, aconsejable… aburrir, no entretener. Para que puedas mirar ciertas cosas, para que puedas pensar, para que puedas vivir una experiencia distinta.
Esto es lo que mucha gente no entiende de este tipo de cine. La angustia existencial de estos personajes, el hastío, la desorientación… no puede ser entretenida.
Una vez salí de una película de Antonioni (El reportero) y pensé que tenía, por primera vez en mucho tiempo, “los ojos limpios”.
Se trata, simplemente, de ver y pensar.
39. Matar a un ruiseñor (1962) – Robert Mulligan
Queremos tanto a Atticus Finch, queremos tanto a Gregory Peck. Otra película de exaltación de grandes valores idealistas, un alegato de la justicia, la bondad, la lucha. En la línea de Caballero sin espada.
40. El ángel exterminador (1962) – Luis Buñuel
La mala hostia del aragonés genial Buñuel.
Una vocación de putear a la burguesía, a lo establecido, a lo políticamente correcto surge en El ángel exterminador.
41. Lawrence de Arabia (1962) – David Lean
En el cine de David Lean es todo muy grande: el metraje, las historias que narra, los paisajes, el talento.
La única manera de describirla bien es viéndola.
42. Los camaradas (1963) – Mario Monicelli
Mastroianni es Dios. No sé decirlo de otra manera. La historia de huelga y lucha de estos obreros, con sus contradicciones internas, sus problemas, sus dudas… Como siempre, lo que hace grande a esta película son los dobles sentidos, la valentía de meterse por caminos difíciles, por contar de verdad lo que es.
Creo que lloré (bueno, eso no es difícil, lloro mucho y fácil en las películas)
43. La gran evasión (1963) – John Sturges
¡La banda sonora más silbable que existe! Steve McQueen parece hecho para escaparse con gracia de los sitios. Cuando alguien lo creó (a Steve), dijo (así con profunda voz de ultratumba): “Tú, Steve, te escaparás con gracia de los sitios, majo”.
Qué gusto de entretenimiento, por Dios. El anti-Antonioni.
44. El sirviente (1963) – Joseph Losey
Si por azares del destino, así por casualidad, fuera un dios, a parte de hacer todo lo posible para quererte como te quiero, si fuera un dios y pudiera hacer un Olimpo del Cine, en él pondría a Edward G. Robinson, James Cagney, Monica Vitti, Tatsuya Nakadai, Gene Tierney, Marcello Mastroanni y, por supuesto, a Dirk Bogarde.
En Filmaffinity: Un intrigante y manipulador mayordomo consigue, gradualmente, dominar la vida del señor al que sirve, aprovechándose de sus debilidades sexuales. Un tenso y adulto drama psicológico que obtuvo excelentes críticas.
45. El verdugo (1963) – Luis Berlanga
¿Qué sería de nosotros sin El verdugo?
46. Hamlet (1964) – Grigori Kózintsev
La mejor adaptación al cine de Hamlet. La Unión Soviética puso dinero a mansalva, el veterano de las superproducciones Kósintsev se puso detrás de la cámara y salió esta película grandiosa. Premio Especial del Jurado en el Festival de Venecia de 1964.
47. Seducida y abandonada (1964) – Pietro Germi
¿Qué significa el honor, la familia, ser hombre y ser mujer en una sociedad tradicionalista y patriarcal? Pues Seducida y abandonada trata de dar unas cuantas respuestas. Pietro Germi tal vez no alcance las cotas de genialidad de Fellini o de Sica, pero desde luego era un buen artesano del cine.
48. El bueno, el feo y el malo (1966) – Sergio Leone
Todos a silbar…
49. Persona (1966) – Ingmar Bergman
La vi en la filmoteca y entré en una especie de estado de hipnosis (lo digo medio en broma medio en serio). No me esmeré mucho en entender lo que pasaba, solo en sentir.
Desde entonces no la he vuelto a ver y la verdad es que no estoy muy seguro de querer volver a verla, porque no quiero perder el recuerdo tan bueno que tengo.
50. Elvira Madigan (1967) – Bo Widerberg
En 2004 llegué a Barcelona con granos en la cara y con ganas de ver mucho cine. Hasta entonces mi amplio bagaje cinematográfico comprendía Casper y Babe, el cerdito valiente.
La trágica historia de amor de Elvira Madigan fue la primera película que vi en la Filmoteca. Desde entonces ya no hubo vuelta atrás.
51. 2001: una odisea del espacio (1968) – Stanley Kubrick
—Ñiñiñi… es que los monos del principio se ve que son hombres disfrazados. Ñiñiñi…
—No seas gilipollas y mira un poco más allá.
2001 es episódica, fragmentosa, una paja mental, un monolito, una elipsis que Santo Dios qué elipsis.
Los años 70: las nuevas olas
La estructura clásica de la industria hollywoodiense se viene abajo o, más bien, cambia sustancialmente. Nuevos talentos del cine americano surgen y ruedan grandes películas. En Europa, un poco como siempre, vamos a nuestra bola.
52. El soplo al corazón (1971) – Louis Malle
Obra maestra.
53. Themroc (1973) – Claude Faraldo
Themroc es una gamberrada perpetrada por Faraldo y Michel Piccoli. Una vuelta del hombre moderno a los instintos más básicos, a la vida en la caverna, la destrucción, la libertad, la caza…
Puede ser vista como una alegoría política sobre la angustia y la reclusión del hombre moderno (y así la veo yo), o como simplemente una mamarrachada raruna que no va a ningún sitio. En cualquier caso, o la amas o la odias.
54. Fraude (1973) – Orson Welles
En Fraude está todo Orson Welles, y por eso la prefiero antes que Ciudadano Kane. Aquí encontramos el ego desmedido, pero también el talento y la inteligencia, la ironía, el collage documental, el juego entre la realidad y la ficción…
Cuando el montaje (en todas sus acepciones) lo es todo todito todo.
55. Pat Garrett y Billy el Niño (1973) – Sam Peckinpah
Sale Bob Dylan cuando aún no había ganado el Premio Nobel de Literatura en 2016. Dirige Peckinpah (con ene antes de pe).
Aquí tuve serias dudas entre ésta y La balada de Cable Hogue, pero al final me ha podido la banda sonora, la disputa de leyenda entre Pat Garrett y Billy el Niño, y que salga Bob Dylan cuando aún no había ganado el Premio Nobel de Literatura en 2016.
56. Secretos de un matrimonio (1973) – Ingmar Bergman
Mira, hay que tener algo especial para coger la premisa más aburrida e insulsa del mundo:
El matrimonio formado por Johan, profesor de psicología, y Marianne, abogada, recibe una noche en su casa la visita de sus amigos Peter y Katerina. Al poco tiempo, los invitados empiezan una fuerte discusión en la que los anfitriones intentan mediar sin éxito alguno. Cuando se quedan solos, Johan y Marianne empiezan a hablar de su matrimonio y de sus problemas.
Y tragar con dos horas de una pareja hablando sobre lo divino y lo humano, sobre el matrimonio, el amor, la fidelidad, el sexo…
Terriblemente buena porque te hace pensar, sabia, inteligente… Sabe más que tú y que yo.
57. Portero de noche (1974) – Liliana Cavani
Dirk Bogarde + Charlotte Rampling, o cuando explota la pantalla.
58. Primera plana (1974) – Billy Wilder
La comedia que más he disfrutado de Billy Wilder, solo por detrás de El apartamento, pero muy por delante de las míticas Con faldas y a lo loco o Uno, dos, tres.
Una de las películas de risa que más recuerdo. Contiene los mejores chistes de psicoanalistas de la historia del cine.
59. Dersu Uzala (1975) – Akira Kurosawa
La historia de amistad entre el capitán Vladimir Arseniev y del nómada Dersu Uzala, habitante y conocedor de la taiga siberiana.
Uno querría tener la suerte de vivir una amistad como ésta. Uno querría ser un hombre de una categoría moral como la de estos dos, sobre todo como Dersu Uzala.
Joder, perdonadme, que soy de fácil emocionar. Snif.

Derse Uzala es el de la izquierda
60. Taxi Driver (1976) – Martin Scorsese
Es que Taxi Driver mola. Hay veces en las que molar es una justificación estética, metafísica o epistemológica en sí misma.
61. Novecento (1976) – Bernardo Bertolucci
De cuando Gérard Depardieu todavía era un actorazo como la copa de un roble.
Son en total más de 5 horas de metraje, pero qué bien le sienta cada minuto a esta epopeya italiana.
Como dirían los pedantes (soy un pedantorro aunque quiero disimularlo): un gozo.
62. Una jornada particular (1977) – Ettore Scola
Mastroianni y Loren, historia de una amistad. Te deja sin palabras (y mira que yo suelo tener muchas)
63. Apocalypse Now (1979) – Francis Ford Coppola
Marlon Brando haciendo de Marlon Brando. Un recuerdo a El corazón de las tinieblas de Conrad. El talento general de Coppola.
Cuando la vi era joven e impresionable, pero creo que es una señora película.
64. Manhattan (1979) – Woody Allen
Manhattan tiene todo lo que me gusta de las películas de Woody Allen. Chistes sobre Ingmar Bergman incluídos.
Amor por su ciudad, ansiedades, tartamudeos, música jazz, ingenio.
65. Stalker (1979) – Andréi Tarkovski
Mi buen amigo Jose, que comparte conmigo la cinefilia y cinefagia, me dijo hará unos 12 años: “Stalker es aburrídisima, terrible, no lo lograrás. No la veas hasta que estés más entrenado”.
Así que cuando 2 o 3 años después me puse a verla, lo hice con cierto miedo, un par de cafés y un quintal de paciencia.
La verdad es que me dejó patidifuso, roto por tres partes, dado la vuelta y asombrado.
Nunca había visto algo así y me encantó. Desde entonces soy un fanboy de Tarkovski, doy la turra con él en los bautizos y las comuniones, digo que es el mayor artista del siglo XX cuando me emborracho, y hago como que entiendo El espejo.
Los años 80
Pues los ochenta, qué quieres que te diga, los ochenta y ya.
66. Koyaanisqatsi (1982) – Godfrey Reggio
Me lo imagino como lo más parecido a un viaje de LSD.
67. Blade Runner (1982) – Ridley Scott
La peli cuya idea estética copiaron todos (y siguen copiando) para imaginar cómo sería el futuro. Le da mil vueltas a la novela original en todos los aspectos.
El monólogo de las lágrimas en la lluvia, de Rutger Hauer interpretando al replicante Roy Batty:
Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Naves de ataque en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo… como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir.
68. Adiós a Matiora (1983) – Elim Klimov
Klimov es un puto genio, dicho así mal y pronto. Estoy viendo que para expresar mi opinión sobre lo que me gusta digo muchos tacos. Supongo que es mi manera de mostrar entusiasmo incondicional.
No sé, no es lo mismo decir:
Klimov es un genio.
Que:
Klimov es un puto genio.
Es más contundente la segunda, con su zafiedad.
Adiós a Matiora es una cosa tremebunda.
(Hay muchos rusos en esta lista, ¿no? No sé lo que me pasa con Rusia)
69. Nostalgia (1983) – Andréi Tarkovski
Fanboy de Tarkovski, ya os lo dije. Y aquí nos encontramos con la película que más me gusta de Andréi. Un poeta ruso, perdido y nostálgico en un pueblo de Italia.
Hablan bajito, susurrando por si despiertan a alguien. Sueños, escenas surrealistas, la lucha de un creador por continuar trabajando a pesar de todos sus demonios.
70. ¡Jo, qué noche! (1985) – Martin Scorsese
Supongo que había maneras peores de traducir el original After Hours, pero a mí no se me ocurren, la verdad.
La historia de una alocada noche donde todo puede suceder, y de hecho todo sucede. Un Scorsese no tan conocido que merece la pena revisar.
71. La rosa púrpura del Cairo (1985) – Woody Allen
Una historia de amor al cine.
72. La chaqueta metálica (1987) – Stanley Kubrick
Retrato de la locura colectiva y la enajenación mental de toda una civilización.
Este es mi fusil, hay otros muchos, pero éste es el mío, mi fusil es mi mejor amigo y es mi vida, tengo que dominarlo igual que me domino a mí mismo, sin mí, mi fusil no sirve, sin mi fusil yo tampoco sirvo, tengo que acertar con mi fusil, tengo que disparar a dar al enemigo que quiere matarme, tengo que darle antes que me dé a mí, lo haré, esto que digo, lo juro ante Dios, mi fusil y yo somos los defensores de mi patria, dominamos a nuestros enemigos y salvamos nuestras propias vidas, así sea, hasta que no haya enemigos o haya paz.
73. Inseparables (1988) – David Cronenberg
Lo de esta película es muy gordo. Es bastante desagradable. Tampoco es que muestre muchas cosas asquerosas, casi todo lo deja fuera de plano.
En realidad, en las películas de Cronenberg a menudo lo desagradable sucede en nuestras cabezas (salvo en La mosca, que es asquerosa de principio a fin). Pero eso es peor, mucho peor.
Brrr. Escalofríos.
74. Los simpson (1989-Actualidad) – Matt Groening
Crecí viendo Los Simpsons todos los días en Antena 3. Capítulos repetidos una y otra vez durante la infancia y adolescencia, hasta que sus imágenes y chistes quedaron grabados a fuego en toda una generación. Hace años que no los veo, y creo que ha bajado bastante el nivel, pero Los Simpson tienen capítulos excelentes y sus personajes son eternos.
Sus homenajes cinéfilos son una delicia.
Los años 90
Creo que me quedan demasiado cerca para saber decir nada sobre los noventa.
75. Ju Dou: semilla de crisantemo (1990) – Zhang Yimou
Dice Pablo Kurt:
Maravillosa historia de amores prohibidos en la dominante sociedad feudal de la China rural de los años veinte. Cosechó excelentes críticas, fue nominada al Oscar a la mejor película extranjera y abrió el camino a las salas occidentales de un excelente cine proveniente del lejano oriente que, hasta entonces, apenas llegaba a círculos minoritarios de grandes capitales y algunos festivales de cine.
Y, bueno, además, sale Gong Li.
76. El prado (1990) – Jim Sheridan
Historia de codicia rural. Desmesurada, trágica, pero trágica así a la griega, con un toque clásico que le viene muy bien a su entorno rural.
77. Twin Peaks (1990-1991) – David Lynch
¿Qué fue de… Laura Palmer?
78. Jamón, jamón (1992) – Bigas Luna
Tópico hispánico a raudales, le damos la vuelta, jugamos con él, juntamos a Bardem y Cruz y nos sale esta lunática y notable película.
—Saben a tortilla.
79. Sátántangó (1994) – Béla Tarr
Esto ya es droga dura. No apta para todos los paladares. Cine de autor y aburrido elevado a la máxima potencia. Planos largos y silenciosos que duran una media de dos o tres siglos.
Pero yo qué sé, en algún momento de las ocho horas de metraje, me atrapó (cuando la historia de la niña y el gato, vamos).
Puedes verla bajo tu propia responsabilidad.
80. A través de los olivos (1994) – Abbas Kiarostami
No podía faltar una peli iraní en esta lista. Podía haber puesto cualquier otra de la trilogía de Koker, o cualquier otra de Kiarostami. Pero para mí esta tiene un algo especial.
Déjate de prejuicios chorras y hazte con esta película. Es buena, tierna, inteligente… la mires por donde la mires, te pongas como te pongas.
Si eres humano (aunque solo sea un poco pequeño), te vas a emocionar.
81. Viaje al principio del mundo (1996) – Manoel de Oliveira
Madre mía, qué llorera con esta película.
A lo mejor fue porque ver a Mastroinanni anciano y en las últimas me resultó difícil, pero no, en realidad fue simplemente porque me llegó esta historia que, literalmente, va al principio del mundo.
82. Marius y Jeannette (1997) – Robert Guédiguian
Estas historias de amor sencillo y proletario en Marsella que nos cuenta Guédiguian me encantan.
83. L.A Confidential (1997) – Curtis Hanson
Un recuerdo del cine negro clásico en los noventa. O, mejor dicho, el mejor cine negro actual. Muy disfrutable.
84. El milagro de P. Tinto (1998) – Javier Fesser
Humor absurdo, surrealista, gamberro. Aquí sí que la odias o la amas, no hay mucho punto medio posible.
Sólo digo una cosa: ¡qué pasote la de litro!
85. Una historia verdadera (1999) – David Lynch
Un viejo pilla su cortadora de césped y se va a visitar a su hermano, para hacer las paces con él. Es el in your face de Lynch a sus críticos.
En plan: “yo también sé hacer cine normal y además mucho mejor que vosotros, hijos de puta”.
Siglo XXI
86. Las chicas Gilmore (2000-2007) – Amy Sherman-Palladino
Sí, ¿algún problema?
87. Deseando amar (2000) – Wong Kar-wai
Una historia de amor frustrada, contada con elegancia y mucha, mucha, mucha tristeza.
Además, aquí descubrí a Nat King Cole cantando en español.
88. Mulholland Drive (2001) – David Lynch
No trates de entender… o sí, haz lo que quieras. Sólo disfruta.
89. The Wire (2002-2008) – David Simon
La mejor serie del mundo mundial. Dejaros de dar la tabarra con Breaking Bad.
Aidan Gillen, el little finger de Juego de Tronos, ya hacía de cabrón manipulador en el Baltimore de The Wire.
Desmond Hume, personaje de la mítica serie Lost, había leído toda la obra de Dickens, salvo Our mutual friend, que reservaba para un momento importante del futuro.
Yo recojo la idea y guardo la quinta temporada de The Wire para algún momento del futuro en el que lo necesite especialmente.
90. Mr. And Mrs. Iyer (2002) – Aparna Sen
Otro descubrimiento que debo a Jesús Cortés.
Aparna Sen seguramente sea la directora viva con más talento. Podría haber citado la trágica Sati o la nostálgica 36 Chowringhee Lane, pero la chejoviana historia de amor de los Señores Iyer es superior.
91. Lugares comunes (2002) – Adolfo Aristarain
La típica película que siempre me gusta.
La típica película que siempre recomiendo.
La típica película que comparto con Alfredo.
92. Oasis (2002) – Lee Chang-dong
O el amor.
93. Oldboy (2003) – Park Chan-wook
Esto sí que fue una sorpresa. Me dejó pegado a la butaca, impresionado y boquiabierto. Creo que fue una de las primeras películas de cine asiático que vi, y seguro que con Oldboy descubrí el cine coreano. Merece mucho la pena.
94. El sentido de la vida (2005) – Don Hertzfeldt
El estilo de Hertzfeldt es inconfundible. Con sus monigotes y su talento para crear efectos originales consigue transmitir mucho con muy poco. Muy potente.
95. Una historia de violencia (2005) – David Cronenberg
Otra de Cronenberg.
96. Paprika, detective de los sueños (2006) – Satoshi Kon
Es como Origen, pero bien hecha.
97. Pozos de ambición (2007) – Paul Thomas Anderson
El estilo de P.T. Anderson es bastante recargado, me recuerda a veces, en sus buenos momentos, a Kubrick. Después le he perdido la pista y no sé muy bien cómo ha seguido (ya no veo mucho cine) pero Pozos de ambición permanece en mi memoria como una brutalidad exagerada y bien rodada.
98. Midnight in Paris (2011) – Woody Allen
Hay un chiste sobre El ángel exterminador, y un Dalí que me parece descacharrante. Por ello se me hace soportable la presencia de Owen Wilson.
Para muy fans de Woody Allen, supongo. A mí me encanta. Una gran comedia.
99. El Havre (2011) – Aki Kaurismäki
Película tipiquísima de Kaurismäki. A lo mejor te deja frío, pero su candorosa ironía a mí me desarma. Me hace mucha gracia cómo trata todo.
100. Mad max: furia en la carretera (2015) – George Miller
Una gamberrada perpetrada por la mente de un enfermo. Un western-punk, como he leído por ahí. Una de las mejores pelis de acción de los últimos años.
Yo me lo pasé teta de principio a fin.
Espero que estas 100 películas recomendadas te hagan reír, pensar, llorar, te emocionen y te abran nuevos mundos, tal como hicieron conmigo. Creo que es una buena manera de recorrer la historia del cine, desde sus orígenes hasta la actualidad.
¿Cuáles son tus películas preferidas?
Complementa esta lista con los 100 libros que más he disfrutado o los 100 cuadros que me cambiaron los ojos.
Y que me dices del trasfondo de:
Captain Fantastic
Instinto (1999)
My dinner with Andre
Big Fish
Into the wild
One flew over the cuckoos nest
Dead Poets society
Braveheart
La naranja mecanica
El gran lebowsky
Pulp Fiction
Interestellar
The life of David Gale
Documental Fragil equilibrio… ?
Hola, Silvia:
Pues hay unas cuantas que no he visto: Instinto (1999), Captain Fantastic, My dinner with André (esta tiene una pinta estupenda, me la apunto porque no la conocía y parece muy interesante), The life of David Gale, Frágil equilibrio (otra que me apunto, parece excelente).
Hay otras de las pelis que citas que sí he visto, pero que tampoco me acaban de emocionar del todo: Big Fish (me gusta, pero no sé, tiene algo que no…), Dead Poets Society (lo mismo, todo está muy bien, pero me falta algo), Braveheart.
Y, finalmente, otras que coincido completamente contigo, me parecen excelentes películas: Into the wild, One flew over the cuckoos nest, La naranja mecánica, Pulp fiction, Interstellar.
Un saludo y muchas gracias por comentar.
Enhorabuena por la lista. Por haber disfrutado de tantas buenas pelis y por ponerte a elaborar un recorrido tan exhaustivo por ellas. A mi también me gustan las listas. Siempre me han parecido enriquecedoras. Pero reconozco que me cuesta hacer rankings, por pereza y también un poco por exponerme al juicio de los demás… Anyways, me ha parecido interesante y muy personal. Hay muchas que no he visto así que tomo nota. De Tarkovsky he visto Solaris y me gustó, e inquietó. Probaré de nuevo. Secretos de matrimonio me encantó, recuerdo que me pareció tan honesta… y me dejó poso. Ah, y la primera recomendación que me llevo es Las chicas Gilmore, jaja. Es que la empecé a ver hace poco y no sabía si seguir porque en algunos momentos me parecía un poco cargante, pero le voy a dar una oportunidad.
Un saludo
Si te gustó Secretos de un matrimonio, tal vez te guste Saraband (yo aún no la he visto): es la misma pareja muchos años después. Para Tarkovski, creo que la mejor entrada es La infancia de Iván, que aunque es la más lineal y “clásica” de sus películas, ya deja entrever lo que se concretó en el resto de su filmografía.
Las chicas Gilmore… no sé, me encanta su humor, jaja.
Pablo