Hay una serie de rasgos básicos del carácter cuyo desarrollo puede ser muy útil para ayudarte a llevar una vida más feliz.
Se trata de 7 facetas del carácter sobre las que se puede trabajar, no importa la edad que tengas, para mejorarlas: la repetición de acciones constituye un hábito, y el hábito hace el carácter (ya lo decía mi querido Aristóteles)
Claves del éxito
El secreto del éxito consiste en, antes que nada, trabajar sobre el propio carácter: construye estas 7 virtudes que explicamos en este artículo y estarás más cerca de conseguir lo que quieras.
1. Entusiasmo
Uno de los principales rasgos de las personas que han alcanzado el éxito (y cuando hablo de éxito la palabra tiene un sentido muy amplio, como consecución de los objetivos vitales de cada uno, y no sólo referido al éxito económico o material) es el entusiasmo por lo que hacen. Literalmente sienten pasión.
¿Y tú, eres entusiasta con lo que haces? A menudo acabamos por adaptarnos a nuestra vida y empezamos a dar las cosas por sentadas. Este es el primer paso para matar el entusiasmo. En primer lugar, aprende a ser agradecido y a recordar lo sorprendente que es que, simplemente, estemos vivos, que tengamos, no sé, ¡electricidad! Un puñetero móvil con GPS, con WhatsApp, con Internet… No des las cosas más sencillas y habituales por sentadas, y empieza a ser entusiasta.
2. Determinación
La virtud para dominarlas a todas. Para mí la más importante, la que más hemos de trabajar, la que más lejos nos puede llevar en lo que sea que queramos hacer. Y en la que yo, personalmente, voy peor…
Empezamos un proyecto, el que sea, la ilusión de la novedad y la excitación de empezar algo nos motivan al principio, pero al poco tiempo empiezan a surgir las primeras dificultades. Ya no estamos tan emocionados como el primer día, avanzar es más difícil de lo que pensábamos y van saliendo dificultades en el camino a cada paso. Las personas que alcanzan sus objetivos siguen adelante en el peor momento. A pesar de todos los indicadores en contra, saben cuál es su objetivo y siguen trabajando. Tienen la determinación de conseguir aquello que quieren.
Como todas las demás, esta es una virtud entrenable, recuerda que tus acciones constituyen hábitos, y tus hábitos el carácter.
3. Autocontrol
Un poco de autodisciplina siempre es buena. Si quieres hacer algo y sabes los pasos que tienes que tomar para conseguirlo, pero en lugar de ponerte manos a lo obra, empiezas a sestear en el sofá mirando vídeos del YouTube… Muy lejos no vas a llegar.
4. Inteligencia Social
¿Sabías que los estudiantes que encuentran tiempo en su apretada agenda de estudio, sacan mejores notas que aquellos que solo estudian y estudian y estudian sin descanso? Socializar es esencial. No te quemes solo pensando y trabajando en la consecución de tus objetivos, no te aísles… Encuentra tiempo para estar con tu amigos, la gente que quieres, conoce nuevas personas interesantes. Después, vuelve con fuerza a tu trabajo, sea el que sea.
5. Gratitud
Aunque todas estas virtudes están relacionadas entre sí, y las mejoras en unas afectan a todas las demás, la gratitud está muy relacionada con el entusiasmo. No des las cosas por sentadas, sé agradecido. Desde el simple hecho de tener un techo bajo el que dormir, hasta poder disfrutar de la compañía y atención de tus amigos.
Acostúmbrate a agradecer 3 cosas cada día, si puedes escribirlas en una libreta, aún mejor. Acostumbra a tu cerebro a buscar algo por lo que estar agradecido: lo importante no es lo que agradeces, sino el simple hecho de buscar. Serás más feliz, y eso te ayudará en tu camino hacia el éxito.
6. Optimismo
Seguramente el pesimismo es una perspectiva más objetiva sobre la vida y el mundo, pero no te hace ningún bien. Así que acostúmbrate a ver el vaso medio lleno. Lo que tienes que hacer es llenar tu cabeza de pensamientos positivos, vuelve a pensar tus pensamientos negativos hasta que encuentres la parte positiva. Eso, ojo, no significa que seas un arcoiris andante. Vas a estar jodido de vez en cuando, como todo el mundo. Solo cambia la perspectiva, la mirada.
Seguramente llevas años usando pensamientos negativos en tu día a día, yo aún lo hago. Este patrón de comportamiento no se cambia de la noche a la mañana, necesitas determinación y autocontrol para poder cambiarlo. Empieza dando pequeños pasos, sé consciente al menos de un pensamiento positivo durante el día de hoy. Ya habrás avanzado algo.
7. Curiosidad
La última virtud, pero ni mucho menos la menos importante. Sin curiosidad no llegarás a ninguna parte. Gracias a la curiosidad aprendemos cosas nuevas, mejoramos como personas y avanzamos hacia nuestros objetivos. No seas cotilla, sé curioso.
Tener éxito: ¿cómo empezar?
Como ya he dicho, todas estas virtudes se relacionan entre sí, y mejorar en una te ayudará en otras, casi sin que te des cuenta. No importa la edad que tengas, tu cerebro es un músculo vivo y en constante cambio, capaz de adaptarse y aprender.
Pero como puntos básicos para mejorar en ellas, te propongo lo siguientes puntos:
- En una escala del 1 al 5, evalúa en qué lugar estás hoy. Intenta ser honesto. Te servirá para saber de dónde partes y dónde tienes que trabajar más. Por ejemplo, yo soy muy curioso (5), pero me falta determinación (2). Haz esta autoevaluación de vez en cuando, para ver tus progresos.
- Sé compasivo contigo mismo: Sí, vas a fallar. Lo siento, pero no lo vas a lograr a la primera, vas a tener que volver y volver y volver al mismo sitio. No importa, no te machaques por ello. Esto es muy importante, así que voy a repetirlo: no te machaques por ello. Falla y sigue intentándolo, poco a poco, sin mucha prisa, los cambios suceden de manera lenta y a veces imperceptible. Sigue adelante con determinación.
- Escribe las 7 virtudes capitales para el éxito en un lugar visible: escríbelas en un papel y ponlo en la nevera, o en el corcho que tienes en la habitación, en un post-it en la pantalla del ordenador… En algún lugar visible. Si puedes cámbialo periódicamente, para seguir viéndolo (si no lo cambias, llegará un momento que estarás tan acostumbrado que ni lo verás).
- No esperes resultados: Sólo importa el proceso, no el resultado. Si estás demasiado centrado en lo que vas a conseguir, en lo exitoso que vas a ser, y en lo fantástico que vas a ser, estás viviendo en el futuro, estás soñando despierto. Así confía solo en el proceso, trabaja cada día, y olvídate de lo demás.
- El equilibrio es la clave: Trata de equilibrar las 7 virtudes, si, por ejemplo, solo tienes determinación, perderás inteligencia social, no podrás ponerte en el lugar de los otros, porque para ti, que eres todo determinación, nada te parece difícil, todo lo puedes lograr con tu extrema voluntad de hierro. Así equilibra todas las virtudes para ser una persona mejor y más completa.